La ceremonia terminó con una gran celebración que contó con la participación de la mayoría de los altos cargos de la Colmena. Los cultivadores más débiles tuvieron fiestas y eventos en sus respectivas cúpulas ya que su estatus no les permitía estar con los demás Ancianos.
Mesas grandes llenas de vino fuerte y delicias llenaron las diversas cúpulas. Noah y las otras potencias se trasladaron a la llanura azul, donde disfrutaron de un merecido descanso de la tensión que había seguido a la muerte de Persiguiendo Demonios.
El tema principal de la celebración fue la vida de Noah. Los expertos contaron historias sobre él o relatos que se habían difundido entre las tropas más débiles.
Aquellos que habían interactuado con Noah durante sus vidas recordaron esos momentos en voz alta y las risas llenaban a los Ancianos cada vez que describían lo distante que siempre había sido.