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El Rey Elbas había estudiado a los Pterodáctilos de la hoja de la noche, pero no podía predecir el poder de la Noche.
La criatura fue una antigua bestia mágica divina que había conservado muchos de sus instintos después de escapar de su prisión. Además, su nuevo cuerpo mejoró sus habilidades innatas, y el Metal Real en su interior hizo que la Noche fuera aún más amenazante.
La ambición de Noah también afectó la proeza de la Noche. El Pterodáctilo sintió su ser entero rebosante de poder cuando la ley de Noah lo cubrió.
Incluso si el efecto de la ley de Noah duró solo un instante, la Noche sintió como si hubiese dado un paso más hacia su nivel anterior.
Un instante fue todo lo que el Pterodáctilo necesitaba. Se transformó en cuanto salió de la estela de materia oscura creada por el corte de Noah y se zambulló directamente a través de las defensas del Rey Elbas.
