El metal irradiaba significados cuando tomaba esas formas. Noah reconocía la nitidez cuando veía estructuras semejantes a hojas, fuerza bruta en enormes rocas y calma en un alto pilar que había surgido del suelo.
No reconocía algunos significados, y las formas más complicadas incluso tenían más de uno. Aun así, todos se sentían incompletos.
Además, todas las formas compartían un leve hambre. Esa era la representación de lo que el Rey Elbas había dicho antes. Eran leyes crudas con el propósito de encontrar un significado.
—¿Atacarán? —preguntó Demoniaco Perseguidor mientras parpadeaba sus pesados ojos. Una delgada capa rocosa cubría sus párpados para protegerlos, pero el uso continuo de esa habilidad los cansaba.
—Solo una vez que sientan vuestras individualidades —respondió Rey Elbas—. No podemos evitarlos. Lo he intentado y fracasé ya.
