—¿Por qué es eso? —preguntó Noah con un toque de interés en su tono.
El hecho de que el Rey Elbas le hubiera impuesto un límite hablaba de su destreza, pero a Noah no le importaba la fama. Solo quería la oportunidad de apoderarse de los dantianes de rango 6.
El gesto del Rey Elbas también sorprendió a los demás invitados, pero ellos podían adivinar vagamente por qué él quería imponer restricciones a Noah. Su respuesta confirmó su hipótesis también.
—Ya has demostrado tu habilidad —anunció el Rey Elbas—. Todos han demostrado que pueden manejar amenazas en el sexto rango. Aquellos que han avanzado mientras yo estuve ausente no lo han hecho, así que quiero ponerlos a prueba antes de llevarlos en mi viaje.
El Rey Elbas no perdió la oportunidad de recordar a todos que la misión estaba sucediendo gracias a él. Podía establecer todas las restricciones y reglas que quisiera. Los demás no podían objetar después de la última amenaza.