El día de la reunión llegó, y las cuatro potencias abandonaron sus áreas de entrenamiento para reunirse en la esquina de la costa sureste.
La región todavía estaba en llamas. Las llamas nunca habían dejado de parpadear durante más de tres años, pero los cuatro expertos sabían que el Rey Elbas pronto haría su movimiento.
El Rey Elbas no los decepcionó. Las llamas se apagaron lentamente, y un escenario impactante llenó la visión de los cuatro invitados a ese evento.
Una pradera verde cubría la tierra y bestias mágicas de tamaño mediano de varios rangos la poblaron. Noah las reconoció. Eran pavos reales reales, y sus brillantes plumas iluminaban el área con luz multicolor.
Árboles altos con grandes hojas de colores del arcoíris y troncos de amarillo pálido llenaban la costa. Las maravillosas hojas reflejaban la luz del sol y llenaban el ambiente con un halo místico.
