Los hechizos de June habían ganado los efectos de su individualidad. La red alrededor de Gustavo mejoraba sus ataques además de dañar al gigante por sí misma.
Cuando el rayo de June impactó la red, desencadenó una reacción en cadena que liberó un torrente de ataques hacia el gigante.
Salpicaduras de un veneno rojo oscuro caían en la red solo para romperse debido a su poder destructivo. Los rayos perforaron la masiva armadura y atravesaron cada capa defensiva hasta impactar en el cultivador en su centro.
Gustavo gritó de dolor mientras los ataques de June aplastaban su cuerpo. Su instinto de supervivencia lo hizo lanzar pociones y pastillas de manera imprudente en un intento desesperado de escapar de esa situación mortal.
El gigante cambió de color bajo ese asalto implacable. Sus tonos se volvieron azul oscuro hasta que se tornaron completamente negros. Entonces, su estructura se volvió inestable, y temblores violentos recorrieron su tejido, haciéndolo más denso.
