Noah recordaba el ambiente en la dimensión separada de Shandal. El Dios del Imperio había intentado recrear las Tierras Inmortales allí, y el opresivo cielo blanco era un adversario natural de los Pterodáctilos.
Era como si Cielo y Tierra hubieran declarado a su especie no apta para el plano superior. Noah solo podía sorprenderse de que el espécimen de rango 7 hubiera logrado incluso formar una manada allí arriba.
Aún así, había un límite en cuánto le interesaba esa información. Noah quería entender si podía aprovechar ese encuentro en su beneficio, pero la situación parecía desesperada.
No podía abrir la jaula y romperla estaba fuera de cuestión. Dejar libre al Pterodáctilo de rango 7 tampoco era ideal, ya que moriría si lo lograba.