Noah terminó su sesión de meditación y revisó los mensajes mentales acumulados en su cuaderno inscrito una vez que su mente se recuperó.
La alianza afirmaba que el Rey Elbas había dejado la superficie desde hacía ya unos años, y Noah estuvo de acuerdo con la conclusión de los expertos una vez que inspeccionó las pistas recopiladas en ese período.
Grietas aparecieron en las paredes de su cueva cuando su determinación aumentó. La nitidez se filtró de su mente como una consecuencia natural de su concentración. El entorno a su alrededor casi se desmorona debido a eso.
Noah nunca se había sentido tan en sintonía con su arte marcial antes. Su pericia se había fundido con las formas dentro del aura antigua y había dado lugar a incontables inspiraciones.
La herencia todavía estaba allí. Noah aún tenía que alcanzar su final. No había probado sus efectos, así que no sabía cuán fuerte se había vuelto. Sin embargo, sentía que podía expresar su nuevo conocimiento de inmediato.