La situación de la Familia Elbas se había vuelto trágica en el lapso de unos minutos. Noah había devastado la mayor parte de su ejército, y el Rey Elbas de repente se había encontrado contra tres cultivadores capaces de desatar el poder de batalla de una potencia.
Noah, Demoniaco Perseguidor, y la Gran Anciana Diana miraron al Rey Elbas y vieron la vacilación en su expresión. No sabían qué tipo de cálculos estaban sucediendo en su mente, pero eran conscientes de que estaba considerando la posibilidad de luchar contra los tres.
Eso había vuelto a suceder durante los eventos del Demonio Devastador. No importaba cuán superado en número estuviera el Rey Elbas, siempre parecía tener los recursos y el poder necesarios para salir como el ganador.
Ese era su aspecto más aterrador. El Rey Elbas era el mejor maestro de inscripción que esas Tierras Mortales habían visto desde el Arquitecto Divino, y su fundación parecía incluso superior a la de ella.
