—¡Ha abusado de ello! —Noah gritó en su mente cuando comprendió lo que había pasado.
Había aprendido a conocer a Skully durante los últimos años. Ella era una potencia sabia y decidida, pero su largo período como nada más que un esqueleto le había dejado un gran defecto en su personalidad.
El defecto no desapareció incluso después de que su estado mental recuperara cierta estabilidad. ¡Skully se había vuelto adicta a las sensaciones que su nuevo cuerpo le proporcionaba!
Noah sabía que no había nada más adictivo que sentir los centros de poder mejorar. Probablemente, Skully se había perdido mientras absorbía Runas de Kesier, y no se detuvo ni siquiera después de que su mente regresara a un estado salvaje.
—¿Skully? —Noah preguntó con un tono frío mientras humo negro salía de su cuerpo. No quería luchar contra ella, pero iría con todo si era necesario.
