El tiempo se detuvo para todos en el área, e incluso las llamas que todavía persistían en el suelo se congelaron. Solo la flor en la mano de Ravaging Demon siguió creciendo.
El hielo comenzó a extenderse desde la flor. Cubrió la mano de Ravaging Demon y avanzó hacia el resto de su brazo. Sin embargo, cuando estaba a punto de congelar su hombro, el poderoso apretó su puño y rompió el hielo.
Ravaging Demon no mostró ninguna molestia. En cambio, parecía estar en trance mientras los recuerdos de hace más de mil años resurgían en su mente.
—Pensé que estabas muerto —dijo Ravaging Demon sin siquiera extender su conciencia para analizar sus alrededores—. No hay necesidad de esconderse. Sé que estás protegiendo al niño.
Dos figuras aparecieron detrás de los muros defensivos derrumbados al escuchar sus palabras, y el tiempo comenzó a fluir nuevamente después de que se detuvieron frente a los escombros que habían sumergido a Noah.
