Una vez alcanzadas ciertas alturas, cada cultivador vería que su Aliento cambia de forma y poder según sus individualidades —Noah leía el contenido de los libros—. Estos cambios son una consecuencia natural de la separación de los cultivadores de Cielo y Tierra. Su existencia se convertiría en algo fuera de su plan hasta que eventualmente se conviertan en leyes.
Los Ancianos habían dejado a Noah solo después de enumerar todas las ganancias. Tenía algunos hechizos para inspeccionar, pero la investigación proporcionada por la Familia Elbas era demasiado atractiva como para concentrarse en algo más en ese momento.