—El grupo de David ya no tenía más razones para esperar. Habían aprendido sus nuevos hechizos y también los habían probado en privado, también estaban en su mejor estado, era hora de continuar con la exploración.
—La arena azul iluminaba el ambiente, las estructuras rocosas a la distancia eran el único cambio llamativo en el paisaje, eran el único elemento que parecía contrastar con el fondo del mar y las muchas colinas colocadas en el camino.
—Por eso se convirtieron en el único destino posible en la mente de los cultivadores, solo pensarían en algo más si incluso esas estructuras llevaban a un callejón sin salida. El grupo de cinco se movía despacio, no hablaban mucho pero pasaban el tiempo explorando las cuevas en la superficie de las colinas que pasaban.