El proceso de la creación de un arte marcial a partir del diagrama de un hechizo no era fácil. La primera fase consistía en la identificación de los efectos que producía cada línea del diagrama. Entonces, un cultivador tenía que reproducir esas líneas con su cuerpo para obtener un efecto similar.
El problema era que —un hechizo se generaba con una mezcla de energía mental y "Aliento—, esas dos energías podían ser manipuladas fácilmente, no era difícil seguir el ritmo de un diagrama con éstas. Un arte marcial, sin embargo, necesitaba que el cuerpo ejecutara ese ritmo mientras seguía las líneas del diagrama, era imposible que una figura material tuviera la misma maniobrabilidad que algo inmaterial. Por eso los artes marciales eran generalmente más débiles que los hechizos, el cuerpo no mantendría el ritmo del diagrama y produciría efectos más débiles.