"Noah murió pero su voluntad permanecía.
No era una voluntad consciente, solo un pedazo de la fuerte emoción que había sentido cuando murió.
Su cuerpo fue dejado en el suelo para alimentar a otros gusanos, Noah sentía como si su conciencia se esparciera entre otros seres.
El hambre regresó.
—¡Era un instinto demasiado fuerte para reprimir, Noah tenía que comer o se volvería loco!
Sin embargo, ese lugar no tenía tanto «Aliento» para empezar, solo el terreno ofrecía algún tipo de alimento.
Sin dudarlo, Noah comió el terreno, su mente estaba dividida entre diez o más gusanos, pero sus experiencias eran las mismas.
Durante años, todo lo que hizo fue excavar y comer terreno, sin conseguir nunca satisfacer su hambre.
Entonces, ese sentimiento se hizo aún más fuerte.
Noah no pudo controlarse, fue en busca de sus compañeros.
—¡Cuando encontró a otra bestia mágica, se abalanzó sobre ella sin dudarlo!
Pelear, usando su cuerpo para realizar ataques simples.