El dibujo no era exactamente preciso, pero Noah no podía confundirse con lo que estaba viendo.
La vegetación que había crecido allí a lo largo de los años y la influencia de las bestias mágicas habían modificado ese entorno, alterando la forma original de esas líneas. Sin embargo, algunas de ellas habían sobrevivido el paso del tiempo y las influencias naturales, dejando unas pocas imágenes distintas que cualquiera podría ver.
Noah no estaba satisfecho con solo ese dibujo. Se lanzó de nuevo al suelo y comenzó a desenterrar cualquier planta en el área que presentara esas inscripciones básicas.
Más líneas aparecieron a medida que escaneaba el terreno. Portaban un débil sentido de durabilidad, que había desaparecido en su mayoría desde que los antepasados probablemente las inscribieron hace tiempo.
Noah podía ver cómo parecían formar parte de un gran dibujo destinado a permanecer oculto bajo la estructura que había ocupado ese territorio.