Noah repasó en su mente el evento que siguió a la derrota del dragón etéreo.
Algo así nunca le había sucedido, pero el repentino ensanchamiento de su mar de conciencia reclamó de inmediato toda su atención.
—Normalmente obtendría esta mejora en más de una semana de entrenamiento. ¿Qué está sucediendo? —Noah se cuestionó a sí mismo, pero pronto le quedó claro que el evento estaba ligado a los cambios aplicados por su cuerpo a sus centros de poder.
El mar marrón bajo su figura semi-transparente no revelaba nada, y sus aguas irradiaban las mismas características que tendría cualquier energía mental.
Sin embargo, nada más podría ser la causa de lo ocurrido.
—¿Mi energía mental devoró la voluntad del Dragón maldito de rango 5? —Esa pregunta era la única conclusión a la que Noah podía llegar en ese momento.
Después de todo, la marca negra en su pecho había desaparecido, lo que significaba que el hechizo de Inscripción Corporal había fallado.