—Qué criatura tan extraña —exclamó Noah en su mente.
El caos que había llenado esa área se disipó. Las leyes mutadas continuaron luchando contra los verdaderos significados dentro del sistema de Cielo y Tierra, pero comenzaron a perder terreno sin el Diablo esparciendo leyes caóticas.
Esas batallas solían resultar en destrucción mutua. Trozos enteros de las rocas flotantes se desmoronaban y partes de la capa de aire denso se dispersaban.
La nube oscura desapareció ahora que el Diablo no existía más. Cielo y Tierra no se molestarían en castigar a las leyes que se habían vuelto rebeldes. Ahorraban su energía y dejaban que el mundo pagara el precio por esa batalla.
El área lentamente alcanzó una nueva armonía. Las leyes de Cielo y Tierra no podían destruir todos los verdaderos significados mutados, pero lograron eliminar la voluntad rebelde.
