—La cantidad de poder contenida en esta forma supera a las Serpientes de nivel medio —calculó Noah en su mente—. Aún así, su estructura debería ser inestable. Me pregunto si puedo forzarla a convertirse en energía primaria con mi destrucción.
En teoría, Noah no tenía muchas posibilidades contra ese oponente. Su nivel de cultivo seguía disminuyendo, y aún era una existencia cerca del fondo del octavo rango incluso sin esa debilidad.
Sin embargo, su oponente era una manifestación del poder del Cielo. No era un ser vivo propiamente dicho. Era una masa de poder que había tomado forma humanoide. Simplemente tenía suficiente energía para que su nivel alcanzara la categoría media.
—No puedo permitir que me toque —concluyó Noah antes de desplegar a sus compañeros y cubrirlos con múltiples capas de materia oscura.
Su tiempo se agotaba. Noah tenía que maximizar la energía absorbida en sus próximos intercambios, o las desventajas llegarían.
