Noah había reconocido su impotencia en esos breves intercambios. Sus mejores esfuerzos ni siquiera podían obligar a Madame Canson a atacar. Solo se quedaría sin oscuridad si seguía lanzando una ofensiva inútil.
Su poder de batalla estaba casi allí. La fusión de sus centros de poder mejorados, compañeros y habilidades lo colocaron cerca del nivel de Madame Canson, pero necesitaba dar otro paso adelante.
Noah sabía que su potencial podía llevarlo al octavo rango, pero sus preocupaciones lo habían retenido. El miedo a las desventajas había impuesto límites a su ley.
Esos límites provenían principalmente de sus instintos de supervivencia. Noah sabía que su ambición le cobraría un precio inmenso una vez que su empoderamiento se agotara. Aún así, no sabía qué más podría hacer para derrotar a Madame Canson.