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Los ataques previos de Noah habían extendido destrucción a través del mundo. Sus tormentas de materia oscura habían creado grandes fisuras en el tejido del cielo, e incluso su hechizo había abierto algunas grietas.
El frágil suelo del viejo continente se había desmoronado bajo sus ataques, pero eso no era nada comparado con lo que estaba a punto de suceder. Noah se había contenido antes, pero no podía hacer lo mismo contra su último oponente.
La Serpiente Eterna de pico de rango 6 llenaba el área con líquido plateado que creaba múltiples capas de hielo. Había visto lo mortales que eran las habilidades de Noah, así que no tomaría riesgos al enfrentarse a él.
Por otro lado, Noah estaba bastante tranquilo. Ya había vencido a una criatura similar en el pasado. El esfuerzo lo había dejado gravemente herido, pero ahora era mucho más fuerte que antes.
