—¿Qué quieres decir con demasiado lleno? —gritó Noah para cuestionar al dios del Imperio.
Podía sentir sus instintos gritando cuando inspeccionó el cielo. La sensación peligrosa que tal paisaje causaba dentro de él superaba todas las amenazas que había enfrentado a lo largo de su vida.
Sus instintos le decían que escapara, que huyera tan rápido como pudiera y nunca mirara atrás. Era como si hubieran decidido que el mundo estaba más allá de ser salvado.
—El número de seres poderosos supera lo que el mundo puede albergar en su estado actual —explicó Shandal, y sus palabras se esparcieron por el cielo para informar a cada potencia dispuesta a escuchar—. La presión interna causada por todos nosotros es demasiado para este plano dañado.
Las palabras de Shandal dejaron a todos sin palabras. Según él, el último ataque de las divinas Serpientes Eternas había logrado llevar al mundo al borde de la destrucción.