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Cuanto más hablaba Miao Zhi, más le dolía el corazón por el desdentado Zheng Kaiyuan y la furia ardía ferozmente dentro de ella.
A medida que su furia crecía, se transformaba en rabia asesina hacia el Señor de la Ciudad del Cielo, quien había golpeado a Zheng Kaiyuan hasta hacerle perder los dientes.
Miao Zhi sentía que su hijo era una joya entre piedras.
Desde los 11 años había demostrado talento de Maestro de la Creación.
Incluso sin la recomendación de Miao Zhi, el talento de Maestro de la Creación de Zheng Kaiyuan fue reconocido por Miao Qi, y este fue aceptado como su discípulo.
La única razón por la que Zheng Kaiyuan no tenía oportunidades era porque la familia Zheng era una mera facción veterana y no una facción de primera.
Zheng Kaiyuan había aprovechado inmediatamente la mejor oportunidad para él cuando asistió al Banquete del Guardia Ye.
Miao Zhuo y Miao Qi habían causado problemas, y fueron expulsados del Banquete del Guardia Ye.
