—¿Eres realmente Xia Yunlou? —preguntó Qiao Xi con voz suave.
Los alrededores de repente se quedaron en silencio. Xia Yunlou levantó la vista lentamente, y sus ojos vacíos parecían tener una grieta. —Sí, lo soy. —respondió indiferentemente.
Qiao Xi quedó atónita. Su abuela y su tío sospechaban que ella no era realmente Xia Yunlou, pero incluso bajo hipnosis, Xia Yunlou todavía era capaz de confirmar su identidad.
La hipnosis podía controlar a alguien como Gu Zheng, que tenía un autocontrol extremadamente fuerte. Por supuesto, también podía controlar a Xia Yunlou. Además, estaba claramente hipnotizada en ese momento. Bajo tales circunstancias, ella no mentiría.
¿Podría ser realmente Xia Yunlou?
Ring, ring, ring…
De repente, el teléfono de Xia Yunlou sonó. Sus ojos vacíos recuperaron gradualmente su claridad y fueron envueltos por ira y maldad. —¡Tienes que venir a este banquete familiar, o enfrentarás las consecuencias!
