"Los clientes en la tienda no pudieron evitar mirar de reojo. —¿Esta es la rumoreada hija mayor de la familia Qiao que volvió del campo? Mirándola, es realmente del campo. Es muy mezquina.
—Qué sinvergüenza —comentó uno de ellos.
—Es cierto. Acabo de verla tocar esas guitarras en la pared, y una de ellas es la que quería comprar. ¡Qué mala suerte! —se quejó una clienta.
Esta echó sus manos en disgusto, como si la guitarra que había tocado Qiao Xi ahora llevara una enfermedad contagiosa.
Qiao Xi no retiró la mano y en cambio tocó las cuerdas de la guitarra varias veces más. Dijo lentamente:
—Mala suerte... Es realmente mala suerte....
Qiao Rou dijo ansiosamente:
—Hermana, no malinterpretes. La clienta no quiso decir eso....
Luego, se dirigió a la clienta y dijo disculpándose:
—Hola, escuché que quieres comprar esta guitarra. ¿Qué tal si te hago un descuento y te vendo esta guitarra a un precio más barato?