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Shen Yan se puso su vestido, bajó la cabeza frente al espejo y se colocó un par de pendientes. Al observarse en el espejo, las comisuras de su boca se curvaron ligeramente.
Sin querer, divisó a Fu Hang, que estaba sentado cerca con un traje, en el espejo. No pudo evitar reír mientras decía:
—El Vicepresidente Li habla duro pero tiene un corazón tierno. ¡Supongo que no pudo soportar verte ser acosado, así que vino en tu ayuda esta noche!
Fu Hang, al oír las palabras de Shen Yan, se levantó y caminó hasta el lado de Shen Yan. La abrazó por detrás y observó las dos figuras íntimas en el espejo. Su voz era nebulosa y profunda:
—¿Y qué pasa con mi dulce amor?
Fu Hang hizo una pausa y preguntó:
—¿Dónde es tierna mi dulce amor?
Se acercó a la boca de Shen Yan y la besó suavemente:
—Es tu boca la que es tierna.
Su mano delgada se deslizó lentamente por el cuello de Shen Yan hasta llegar a su corazón. Dijo suavemente:
—¿O eres de corazón blando?
