—De acuerdo, Señorita Shen —La Señorita Na entonces se dio la vuelta y salió de la habitación.
Poco después, la Señorita Na regresó. Esta vez, trajo a Su Qi consigo. —¡Señorita Su, por favor entre!
Su Qi llevaba un vestido beige hoy. Su collar de perlas y aretes le daban un aspecto recatado y refinado.
Tenía una sonrisa y parecía estar de buen humor.
—Señorita Su, por favor tome asiento —Su Qi fue invitada a sentarse en el sofá por Shen Yan.
La Señorita Na, cuyos ojos eran agudos, le ofreció una taza de té antes de irse.
—Señorita Shen, me disculpo por molestarla hoy —Su Qi comenzó mientras sacaba dos invitaciones de su bolsa, las colocaba en la mesa y las empujaba hacia Shen Yan—. Escuché de A Yan que él y el Presidente Fu eran anteriormente buenos amigos, por lo que también les envié invitaciones. Por favor, entregue estas al Presidente Fu en mi nombre.