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Xiao Xiao—. ¿¿¿???
Xiao Xiao se detuvo en seco. Rápidamente miró alrededor y preguntó:
— ¿Dónde están?
Los otros tres jóvenes estaban igualmente desconcertados:
— Sí, nosotros tampoco los vimos. Solo vinieron nuestros ídolos. Tus padres no llegaron.
La sala de chat en vivo se llenó de preguntas:
—¡Exacto, exacto! ¡No vimos a los padres del señor Lu!
—¿No se suponía que los padres del señor Lu iban a visitar hoy? ¿Cómo es que no vinieron?
—Es comprensible que sus padres no vinieran. ¡Con esa pareja aquí, toda la atención está sobre ellos!
En medio de esta discusión, un mensaje en la sala de chat en vivo apareció discretamente:
—¿No acaba de decir Chu Tianye que sus padres habían llegado y que fueron bien recibidos?
La sala de chat en vivo quedó en silencio.
Poco después, alguien envió un mensaje:
—¿Qué significa eso?
—¿Es lo que estoy pensando?
—Entonces, ¿hay posibilidad de que la pareja sentada en el sofá sean los padres del señor Lu?
