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Las empresas de las grandes familias generalmente concentran sus acciones en una persona para mantener su estatus.
Tomemos por ejemplo la Corporación Chu. Supongamos que las futuras acciones de la Corporación Chu se dividen en tres partes y se distribuyen equitativamente entre tres hijos. En ese caso, la Corporación Chu se dividirá y las acciones se dispersarán una vez que los tres hijos comiencen sus propias familias.
En tal escenario, ninguno de los tres hijos tendrá una influencia significativa dentro de la empresa.
Además, si los tres hijos tienen sus propios hijos en el futuro, ocurrirá una división aún mayor. Si alguien está lo suficientemente decidido como para coleccionar acciones dispersas que superen las tenencias de la familia Chu, la Corporación Chu cambiará esencialmente de apellido.
Por lo tanto, en la mayoría de las grandes familias, eligen a una persona como heredero mientras que los demás hijos solo tienen algunos derechos a dividendos.
