Mientras Luo Yan pensaba esto, dio unos pasos hacia atrás.
Shen Ruojing vio la culpa y la decepción en sus ojos, junto con una sensación de impotencia. Al principio no había entendido del todo los pensamientos de Luo Yan, pero pronto comprendió su significado.
Para una mujer en el País A, era realmente muy difícil dar ese paso adelante.
No quería que Luo Yan se decepcionara.
Entonces, Shen Ruojing entrecerró los ojos.
Después de que Luo Yan regresara a su asiento, permaneció taciturna y algo perdida.
Muchas personas habían visto su intento anterior.
En ese momento, todos comenzaron a elogiar la caligrafía de la Princesa Daisy.
—¡La escritura de la Princesa Daisy está realmente a la altura de los hombres!
—La escritura de la Princesa Daisy tiene tanto estilo, y se ve algo familiar... ¿Qué modelo de caligrafía es este?
—¡Dios mío, Princesa Daisy, tu amor por la cultura china es tan genuino, ser capaz de escribir una caligrafía tan hermosa es simplemente increíble!
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