—Shen Tingyan estaba a punto de tomar la medicina cuando la Tercera Madam Shen de repente se apresuró y la detuvo —diciendo:
— No lo tomes.
—Luego la Tercera Madam Shen fulminó con la mirada al mayordomo y dijo:
— ¡Sal de aquí! Si quieres buscar al viejo maestro, ¡encuéntralo! ¿Crees que nos asustas? ¡Siempre podemos divorciarnos!
—El mayordomo de la familia Xu se burló y dijo:
— ¿Divorcio? ¿Sabes qué tipo de trato está recibiendo la familia Shen ahora? Si ella se divorcia de nuestro maestro, ¿qué tipo de vida tendrá?
—La Tercera Madam Shen protegió a Shen Tingyan detrás de ella y dijo:
— No necesitamos que la familia Xu se preocupe por qué tipo de vida ella tendrá. ¡Vete! Si no te vas, ¡llamaré a seguridad para que te echen!
—El mayordomo vio que ella estaba hablando en serio, especialmente cuando la Tercera Madam Shen gritó para que el guardia de seguridad de afuera entrara.
—Por lo tanto, el mayordomo dio un paso atrás y dijo:
