"Jing Zhen tenía una presencia fuerte, y la presión ejercida por la figura del hombre alto también era muy poderosa. Su presencia era aún más fuerte que la de Shen Yuansong y Chu Cichen.
Cuando sus ojos de flor de melocotón vieron a Shen Ruojing, su mirada se llenó de supremacía. Su forma de caminar era como la de un emperador patrullando el mundo, parecía un súper jefe.
Al ver esta escena, Shen Ruojing entrecerró los ojos. Siempre había sabido que su padre no era simple. Ahora, para salvarla, finalmente tenía que revelar su verdadera identidad, ¿verdad?
Solo que no sabía qué identidad tenía.
Mientras ella reflexionaba, Jing Zhen se había acercado al frente de varias personas. Su voz no era fuerte, pero llevaba un sentimiento de arrogancia.
—¿Cómo te atreves a detener a mi hija? —dijo Jing Zhen.
