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Después de leer el mensaje anterior, Chu Cichen solo se burló y dijo:
—Infantil.
Sí, era infantil.
Esa también era la opinión de Shen Ruojing.
Incluso hasta ahora, Song Chen aún no había comprendido que su afecto era por Chu Cichen, y no tenía nada que ver con quién la amaba más.
Le gustaba Chu Cichen porque cuando estaba a punto de rendirse todos esos años atrás, él le dio un atisbo de esperanza.
Se podría decir que Chu Cichen era su redención.
Song Chen no era más que una réplica de Chu Cichen...
Shen Ruojing recuperó su teléfono y respondió a Song Chen con solo dos palabras:
—No iré.
Poco después de enviar el mensaje, llegó la respuesta de Song Chen:
—¿Ya no quieres salvar a los padres del Dr. Xu?
Estas palabras hicieron que Shen Ruojing entrecerrara los ojos.
Ella miró a Chu Cichen una vez más.
Chu Cichen se burló:
—Entonces vayamos.
Parecía que de hecho Song Chen había secuestrado a los padres del Dr. Xu...
Shen Ruojing de repente sintió una oleada de ira.
