—La Princesa Daisy sintió que sus palabras anteriores eran demasiado ambiguas. Era como si estuviera confesando sus sentimientos, como si dijera que si Ye Xie la besara, el dolor desaparecería... —En medio de este incómodo momento, la criada acudió en su rescate.
Al escuchar su "algo malo ha pasado", Daisy no sintió nada, sino que respiró con alivio. —¿Qué pasó? Habla claramente.
La criada jadeó por aire y exclamó:
—Fui a hacer una llamada telefónica, y en mi regreso, noté que los guardias afuera habían cambiado. Me entró la sospecha y me acerqué a hurtadillas. ¡Fue entonces cuando escuché su conspiración!
La criada abrió mucho los ojos y dijo:
—Karl estaba furioso de que el Señor Ye interrumpiera sus asuntos y te apoyase. ¡Ahora, ha enviado mucha gente aquí, planeando matar al Señor Ye cuando salga!
Tan pronto como estas palabras salieron, la expresión de Daisy cambió instantáneamente.
Se levantó abruptamente, mirando a la criada con incredulidad, y dijo: