Shen Ruojing estrechó los ojos al escuchar esto.
El miembro del personal en el teléfono continuó:
—Ya ha presentado una demanda. Le enviaremos la citación y necesitará comparecer ante el tribunal en ese momento.
Shen Ruojing estaba enfadada, pero no quería desahogar su ira sobre el miembro del personal.
Después de todo, desde su perspectiva, esto era solo un caso que involucraba a los padres de un niño, y tenían que manejarlo en consecuencia.
Shen Ruojing fue educada con ellos:
—Entiendo. Asistiré como se me solicita.
Después de colgar el teléfono, la Matriarca Chu que estaba a su lado estaba furiosa:
—¡Es un imbécil! Los niños son de Chu Cichen. ¿Qué tienen que ver con él?
Shen Ruojing dudó por un momento y dijo:
—Pero ahora, legalmente hablando, el niño es suyo, ya que ha asumido la identidad de Chu Cichen.
Chu Cimo se puso ansioso:
