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Qiao Nian sacó el teléfono que había preparado con antelación. Encontró uno de los archivos de audio y presionó el botón de reproducir. La música melodiosa inundó la sala.
Era el estilo de Zhui Guang.
Era muy fuerte.
También era único y difícil de imitar.
Después de que Qiao Nian abrió el archivo de audio en su teléfono, lanzó el teléfono sobre la cama. Su tono era claro mientras decía casualmente —¿Es esta la parte que copiaste?
Los ojos de Qiao Chen eran intensos. Sus manos instintivamente querían agarrar la manta, pero cuando hizo fuerza, solo sintió un agudo dolor en sus dedos. De repente se acordó de las palabras del doctor de más temprano. Él había dicho que su mano estaba inválida y que nunca volvería a tocar el piano. Un fuerte odio brotó de sus ojos mientras miraba a Qiao Nian y negaba fríamente —Te lo dije, no sé de qué estás hablando. Nunca he escuchado esta canción.
