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Media hora después, el coche se detuvo de manera estable en la entrada de la Mansión Imperial.
Qiao Nian salió del coche con auriculares en sus oídos. Era bastante fría, pero cuando estaba allí parada, llamaba mucho la atención. Muchas personas miraban en su dirección. Tenía los ojos bajos y oscuros.
—Señorita Qiao, avíseme con antelación después de la cena. Iré a recogerla —Gu San bajó la ventana y le habló.
En este momento, el teléfono de Qiao Nian sonó. Lo sacó y vio que era Shen Yugui quien llamaba de nuevo. Probablemente para preguntar si ya había llegado.
Ella reconoció a Gu San con calma y caminó hacia la Mansión Imperial.
Shen Yugui le dijo que estaban en el segundo piso. Era una pequeña habitación privada. No venía mucha gente, y todos eran amigos del señor Huang.
También había algunas personas de la Asociación Médica.
