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Ye Wangchuan vio que la habitación estaba llena de bolas de papel. Luego, miró los objetos desordenados sobre su mesa de estudio. Parecían ser herramientas para dibujar. Sin embargo, no preguntó nada. Era como si no hubiera visto nada. Bajó la cabeza y dijo con una mirada concentrada e incuestionable —Tibia.
—Ah —cuando Qiao Nian tomó la taza, se dio cuenta de que no era la bebida helada que quería y se sintió ligeramente decepcionada.
Ye Wangchuan pasó a su lado y dijo —¿Has olvidado la última vez que tuviste cólicos durante tu periodo? Todavía queda una semana. Ya he preguntado al médico. No puedes tomar nada frío esta semana, así que no le puse hielo a tu bebida.
Cuando habló de esto, su expresión era especialmente natural. Estaba tranquilo y compuesto sin ninguna anomalía.
