Luo Qing caminaba de un lado a otro con ansiedad, instando a los técnicos a pensar en otra solución.
El pasillo entero estaba lleno de tensión.
Qiao Nian tenía la cabeza bajada mientras sus delgados dedos golpeaban el teclado con prisa, en marcado contraste con el ambiente tenso.
—Están al 86%.
—Ya han copiado el 93%.
Los números continuaban aumentando. Cada vez que los números se detenían, el corazón de todos también daba un vuelco.
De repente, Luo Qing se detuvo. Sostenía su cabeza y se agarraba el pelo. Todo su cuerpo estaba lleno de enfado.
—¡Apúrense y piensen en otra manera!
—Ustedes son las personas más calificadas en el campo técnico en China. ¿De verdad no hay otra manera? —Todo el mundo en el departamento técnico había abandonado ya la esperanza. Al oír las palabras de Luo Qing, se miraron entre sí. Todos vieron desesperación y ansiedad en sus rostros.
De veras no había otra manera.
Todos habían hecho todo lo posible.
—Están al 97% ya.
