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—Nian Nian, no te estoy amenazando, solo te estoy compartiendo algunas lecciones importantes. Este mundo no es blanco y negro, y no todo se puede resolver con la ley. Incluso el sol no brilla en cada rincón de la tierra —él sacó un cheque de su cartera y lo colocó sobre la mesa, luego lo deslizó hacia Qiao Nian—. Un millón de yuanes es una suma considerable. Si dejamos las cosas así, Chen Yuan no solo recibirá un millón de yuanes de compensación, su padre también recibirá el mejor tratamiento en un hospital en Pekín. Este trato es una victoria para él. Y en cuanto a él... cuando se gradúe, personalmente le encontraré una empresa y aseguraré que consiga un trabajo. ¿Qué te parece?
—Esto no era una negociación, ¡era una opción después de una amenaza!
Los ojos oscuros de Qiao Nian se volvieron fríos. Inicialmente ya tenía su bolso en el hombro. En ese momento, lanzó su bolso de nuevo sobre el asiento y se rió con socarronería, mirándolo con su mirada exquisita.
