—Ye Wangchuan pasó al niño a Gu San e instruyó — que lo llevara a la cama.
—Luego, le sirvió un vaso de agua a Qiao Nian y se lo entregó.
—Tenía dedos esbeltos. Se veían hermosos mientras los sostenía contra la copa de vidrio. Qiao Nian parpadeó y lo agradeció con su voz ronca.
—Luego agarró el vaso, bebió toda la copa y se sintió revitalizada.
—Exhausta, no estaba de humor para charlar. Colocó la copa en la mesa y les dijo :
— «Voy a subir a echar una siesta».
—«Está bien, prepararé un poco de gachas para ti. Te despertaré cuando estén listas» —dijo Ye Wangchuan mientras se quitaba la chaqueta y revelaba el suéter oscuro debajo—. Podías ver su cuerpo musculoso y delgado desde el contorno del suéter. Era seductor.
—Jiang Li frunció el ceño al ver esto.
—Sin embargo, a Qiao Nian no le interesaba porque estaba agotada. Lo reconoció y se dirigió al piso de arriba.
...
—En la planta baja.