Pero cada vez que iba a Pekín, había mucho ruido de fondo en sus llamadas.
Como ella esperaba, cuando él respondió, había mucha estática. —Sí, algo surgió.
—¿Estás seguro de que no necesitas mi ayuda?
Él sabía lo capaz que era Qiao Nian. No estaba seguro de cuántas acciones tenía Qiao Nian en la Corporación Cheng Feng de Yuan Yongqing, pero definitivamente tenía una parte significativa de ella.
Como se había reunido recientemente con su familia, sería difícil que ella misma resolviera las cosas.
Qiao Nian dijo despreocupadamente:
—Es un asunto pequeño, no necesito tu ayuda. Puedo averiguarlo en tres días.
Luego intentó cambiar de tema.
—¿Cuándo regresas?
—¿Por qué, echas de menos a tu papá? —Wei Lou nunca dejó pasar la oportunidad de aprovecharse de ella.
