El corazón de Wu Jie se aceleraba mientras pensaba en ello.
Cuando el Director Yu, quien estaba sentado detrás de su escritorio, la vio entrar, se cubrió la boca con su mano y tosió suavemente. Luego, dijo gentilmente
—Ejem, la estudiante Wu Jie ha llegado.
Wu Jie no se atrevía a mirarlo a los ojos. Bajó la cabeza y saludó educadamente
—Hola, Director.
—Hola —El Director Yu estaba en sus cuarenta. Su voz era suave, y no la culpó. En cambio, le aconsejó que no estuviera nerviosa—. Estudiante Wu Jie, no estés nerviosa. Hice que el Profesor Liu te llamara a mi oficina porque tengo algo que preguntarte.
Wu Jie soltó un suspiro de alivio. Su corazón que latía rápidamente estaba ligeramente menos nervioso. Miró hacia arriba con una expresión tensa y observó al hombre sentado en la silla giratoria. Su voz era muy suave y pequeña
—Director, usted pregunta…
