En realidad, ¡ella no quería cambiarse de escuela en absoluto! No había una escuela mejor que la Primera Escuela Secundaria en la Ciudad de Rao. Pero incluso después de protestar en casa anoche, no había punto, estaba decidido. Su padre la llevó personalmente a la escuela esta mañana para terminar con esto de una vez por todas.
Lo que empeoró las cosas fue que ni siquiera estaba siendo transferida a la Escuela Secundaria Yingcai. En cambio, era la Quinta Escuela Secundaria, una escuela que estaba un peldaño por debajo de la Primera Escuela Secundaria en todos los aspectos.
Qiao Chen se sentía terrible en su interior. Su corazón latía con fuerza, y si no fuera por el hecho de que estaba en el despacho del director, podría haber perdido el control de sus emociones...
—¿Qué hay para agradecerme? —El director Yu sonrió y luego dijo al hombre de traje:
— En ese caso, Presidente Qiao, puede continuar con el procedimiento.
