Su amigo reaccionó y miró a la chica entre la multitud. Estaba asombrado. —Oh, me preguntaba por qué el apodo de tu hermana era Qiao Nian y no Xianrou. ¡Así que es tu prima. Jiang Yao, tu prima es tan hermosa!
Qiao Nian era realmente hermosa.
También llamaba mucho la atención.
Si Qiao Nian no fuera hermosa, Jiang Li, que estaba acostumbrado a ver mujeres hermosas y hombres guapos en la industria del entretenimiento, no habría exclamado cuando la vio por primera vez en Ciudad de Rao.
Ese tipo de belleza significaba que ella era la existencia más llamativa en la multitud incluso si no hacía esfuerzo alguno en vestirse.
Además, el aura de Qiao Nian era única. Era difícil olvidarla a primera vista.
El otro usualmente estaba en el extranjero y había visto muchas bellezas rubias de ojos azules. En comparación con la apariencia insípida de las chicas del país, pensaba que las chicas extranjeras tenían más curvas y eran más hermosas. De alguna manera, eran de hecho más hermosas.
