La tienda estaba protegida por la barrera de Evie, así que nadie podía oír ni una sola palabra del interior. Evie estaba sorprendida de que Vera insistiera en este nivel de confidencialidad.
—Está bien, ¿de qué se trata? —preguntó Evie a Vera suavemente mientras las damas se sostenían las manos la una a la otra. La curiosidad estaba desbordante en los ojos de Evie mientras miraba expectante a Vera. Quería saber la razón por la cual Vera no quería que nadie más escuchara esta conversación aparte de ella, ni siquiera su propio compañero.
—Evie... —La expresión de Vera era un poco severa ahora—. Yo... Yo también vi el futuro.
—...!!! —Sus palabras hicieron que los ojos de Evie se agrandaran y su boca se abriera de sorpresa—. Viste... ¿cómo? —El corazón de Evie latía furiosamente dentro de ella, y apretó las manos de Vera que estaban en las suyas. Vera correspondió el apretón y asintió ligeramente, confirmando que lo que había oído era verdad.