—Zanya reaccionó fuertemente al sentir su boca en su piel. Y lo primero que hizo fue... —lo golpeó. Fuerte.
Un golpe resonó en la oscura sala. Enfadada, Zanya creó una bola de luz para iluminar el lugar. No podía ni siquiera ver un pie frente a ella. Su rostro se transformó en una fiera y ceñuda máscara de desdicha —¡Cómo se atrevía este vampiro a comportarse así! ¿Por qué sigue provocándola de esta manera?! ¡No iba a dejar que se saliera con la suya esta vez! ¡Le había dado oportunidades una y otra vez y solo sentía que él seguía abusando de su confianza. Ya era suficiente!