—No, estoy decidido a aprender esta magia. Y creo que ya he aprendido toda la otra magia conocida por todos. Lo único que queda por aprender son los prohibidos. Aun así, entre esos prohibidos, ya he aprendido la mayoría de ellos. Excepto los dos que acaba de mencionar, revivir a los muertos y la manipulación del tiempo.
—Mi príncipe —Claudio se sobresaltó al escuchar eso—. ¿Cómo pudo el príncipe haber aprendido ya los otros hechizos prohibidos?! ¿Dónde pudo haber conseguido los manuales para ello?