La persecución no fue tan difícil como pensaba. Ella no era tan rápida, y a él le fue muy fácil verla en la oscuridad. De alguna manera, había olvidado su rabia y lo único que quedaba era su deseo de atraparla de nuevo. Por lo tanto, la persecución terminó siendo algo bastante disfrutable para él también. No entendía por qué sentía un deseo tan intenso desde el momento en que posó sus ojos en ella. Le intrigaba cómo se sentía tan fascinado por la superficie cuando aún estaba en la Tierra Baja. Y sabía que nunca sería capaz de calmar esa ardiente curiosidad hasta que pudiera encontrar todas las respuestas a las preguntas que rondaban en su cabeza. ¿Era solo porque ella era la primera y única humana que había visto? ¿Actuaría de la misma manera una vez que vea a otros humanos también?