—Los orcos descendieron sobre ellos casi al mismo tiempo —Samuel levantó la vista solo para que el orco le lanzara un poderoso golpe directo a su rostro—. Ya estaba blandiendo su espada cuando se dio cuenta demasiado tarde de que era un amague. —¿Es posible que estos orcos torpes y estúpidos sepan cómo hacer amagues? ¿Por qué no lucharon de esta manera antes? ¿Podría ser porque estaba en un uno a uno con él? ¿O podría ser este el líder de este grupo de orcos? —pensó Samuel, lo que lo haría un poco más listo y con algo de cerebro.